Hay una creencia generalizada de que un artillero, el general Pavía, entró con su caballo en el Congreso blandiendo un espadón para acabar con la desastrosa Primera República. Pero ni él ni su caballo llegaron a entrar, aunque en el imaginario colectivo persista esa idea peregrina.
De hecho, lo que hizo fue mandar una nota al presidente del Congreso, Salmerón, de que desalojase.
Un poco antes Salmerón había dicho que «antes morirían allí que abandonar su puesto«, pero el «heroísmo» duró una media hora, el tiempo que tardó en llegar una dotación de la Guardia Civil con la orden de desalojo, saliendo todos ordenamente.
-
Entradas recientes
Comentarios recientes
- Homenaje a Gelito 2023 (COE 72) – Antonio Cuestas en Despedida de Gelito, DEP
- Cañón Ayuela: reducido de 60 metros a 2, visitable Delegación Defensa Oviedo – Antonio Cuestas en Guerra Civil: el mítico Monte Los Pinos (telegráficamente contado). Píldoras de Historia (XVI)
- Trubia premiada en las Exposiciones Universales por sus armas y por su arte – Antonio Cuestas en El arte y la fábrica de armas de Trubia
- Busto de Isabel II en la Delegación de Defensa (restaurado) – Antonio Cuestas en El arte y la fábrica de armas de Trubia
- Bodas de oro de aprendiz: 50 a la vista – Antonio Cuestas en Uniforme militar desde los 14 hasta los 18, fotos.